Por norma general, si una persona no ha leído un libro, no debe realizar una crítica de éste. Hasta ahí todo claro. No pretendo hacer un repaso meticuloso de las páginas de mi querido-adorado-amado San Ricardo Piglia (por él cometería adulterio dentro de mi casto matrimonio con José Saramago). Ni mucho menos.
Esta entrada en mi blog (abandonado desde hace bastante tiempo) es para recordar a los aficionados a las novelas con temática metaliteraria que en 'El último lector', del argentino Ricardo Piglia, tienen un auténtico filón de oro. Yo, al menos, lo he encontrado. Ese prólogo que tiene como base el capítulo 'Las ciudades y el deseo.4' de la novela 'Las ciudades invisibles' de Italo Calvino me ha fascinado.
Y, como muestra, un botón:
"El hombre ha imaginado la ciudad perdida en la memoria y la ha repetido tal y como la recuerda. Lo real no es el objeto de la representación, sino el espacio donde un mundo fantástico tiene lugar".
"La realidad trabaja a escala real".
"Lo que podemos imaginar siempre existe, en otra escala, en otro tiempo, nítido y lejano, igual que en un sueño".
Pues, lo dicho, voy a seguir soñando un rato con esos lectores que ya no están tan perdidos...
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