
Que la pintura (así como la escultura, la música, la literatura y la misma imaginación) necesita tiempo, espacio y voluntad no es nuevo para nadie. Esta observación es, sin embargo, uno de los puntos clave para acercarse a las pinturas de Guglieri: líneas curvas, interconectadas y laberínticas que dificultan al ojo humano la sencilla tarea de mirar.
La muerte (simbolizada por las calaveras) regresa en forma de una pintura con apariencia sencilla, pero que esconde más de lo que se piensa. Recuerda en algunos momentos a la voluntad crítica e impulsiva de la egipcia Ghada Amer (especialista en realizar bord

Un cansancio, sin duda, recomendable.
Un ejercicio de análisis y de ejecución neuronal muy interesante.
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