Y ahora una entrevista.
Ante la grave sequía que padecen mis neuronas en las últimas semanas he optado por incorporar alguna de las entrevistas que he realizado últimamente en el trabajo. Esta es bastante reciente y os puede interesar. Frikis del mundo, cuadrilla de "seguidores" alucinados, os presento mi última afición: el chino (lo que me faltaba...).
Gabriel Terol. Filósofo especializado en Cultura Asiática.
- Comenzó a estudiar chino en un momento en el que esta cultura no tenía el auge actual en occidente. ¿De dónde le vino entonces el interés por la cultura oriental?
- “De la biografía a la que tuve acceso y de la práctica de artes marciales en la adolescencia. Lo cierto es que en mi etapa universitaria no di filosofía oriental y todo lo que he aprendido ha sido durante la formación posterior”.
- Una formación extensa...
- “Sí, comencé a estudiar lengua y cultura china hace ocho años. Me fui a la Shanghai International Studies University y en los últimos tres años he cursado dos máster en comercio internacional, tres posgrados de gestión cultural y todo lo que he podido sobre estudios asiáticos. En 2004 presenté mi tesina y en estos momentos trabajo en la redacción de mi tesis doctoral sobre ‘El taoísmo y Schopenhauer’, dos de mis especialidades académicas.
- Y todo eso en tres años. Una locura...
- “Sí, cuando comencé a estudiar lengua y cultura china también era una locura, cuando regresé hace tres años a España era una locura enseñar chino y ahora no me falta trabajo. Creo que he acertado porque he encaminado mi formación hacia un nicho de mercado que necesitaba este tipo de conocimientos”.
- Y ¿volverá a China?
- “Sí, todos los años regreso entre cinco y diez semanas. No sólo para mantener el idioma, sino también por razones de amistad y trabajo. Shanghai es un buen lugar para vivir por su clima y por sus habitantes, que tienen una mentalidad muy diferente a la del resto del país. Pero al final me voy a instalar aquí. Dedicarte al estudio de la cultura china requiere mucho sacrificio familiar y personal. No es fácil. Si quieres conocer su mundo debes dedicarle todo tu tiempo”.
- ¿Cómo definiría su trabajo?
- “Mi labor se centra en desmitificar, en eliminar tópicos y quitar las máscaras anacrónicas sobre China que aún hoy se mantienen. Es lo que más me interesa de mi trabajo, la lucha constante para comunicar y aclarar determinadas dudas. El país tiene muchas otras cosas que ofrecer a parte del Tai Chi”.
- ¿No le perjudica el hecho de no ser nativo?
- “No, de hecho, creo que es beneficioso. Un nativo tiene una visión muy subjetiva de China y de su cultura, mientras que un especialista en cultura oriental de cualquier otro país puede apotar una mirada diferente y más abierta”.
- ¿Con qué se queda de China?
- “Con las formas. Cuando consigues llegar a ellos te sorprende mucho. Es algo que aquí hemos perdido. Son muy rigurosos”.
- ¿Qué es lo que más demandan las empresas?
- “Una formación específica. Las grandes empresas ya han apostado desde hace años por la formación de sus empleados. Ahora se trata de llegar también a las pymes. Un hecho está claro: llegará un momento en el que dejará de ser interesante una formación de este tipo, centrada en el mundo de la empresa. Para entonces espero que se abra un período dedicado a los aspectos culturales de esta sociedad, que tiene una forma muy diferente y muy rica de entender el mundo”.
- Pero en los cursos que imparte en la actualidad es imposible profundizar en determinados temas...
- “Son muy pocas horas, entonces prefiero realizar un paseo genérico por la cultura y centrarme en los aspectos gramaticales de la lengua china a centrarlo todo en un ámbito y profundizar en él. De pende de lo que la situación exija, pero uno de mis intereses es que los participantes en mis cursos adquieran unas destrezas para poder escribir y comprender el idioma. Y también intento crear debates para ofrecer nuevas perspectivas, una actividad que me resulta muy agradable”.
- En el cambio del interés social sobre China del que habla deberán jugar un papel importante las universidades. ¿Se ofertan ya estudios especializados?
- “Hay todavía un gran vacío. Ahora con el cambio que se va a producir espero que se guarde un espacio para la formación sobre cultura oriental. De todas formas, en universidades como la de Granada, Barcelona y Madrid ya hay movimiento. En estos momentos España tiene una gran carencia de profesionales de este ramo, somos sólo cuatro personas las que contamos con experiencia amplia sobre Asia y, en la Comunidad Valenciana, soy el único”.
- ¿En estas comarcas aún se sigue viendo a China como una amenaza comercial?
- “En estas comarcas del interior aún hay cierto retraso. El diálogo y la formación profesional es la solución para eliminar estos problemas. Siempre insisto en que China no es una amenaza desde hace años. Trabajar con ella nos va a traer muchos beneficios y es algo que en las grandes ciudades ya se sabe”.
- Es especialista en cultura oriental. ¿Conoce de cerca otros idiomas de la zona?
- “Desde hace un año he comenzado a aprender japonés. Aunque China es mi base, puedo ofrecer asesoramiento sobre otros países”.
- “De la biografía a la que tuve acceso y de la práctica de artes marciales en la adolescencia. Lo cierto es que en mi etapa universitaria no di filosofía oriental y todo lo que he aprendido ha sido durante la formación posterior”.
- Una formación extensa...
- “Sí, comencé a estudiar lengua y cultura china hace ocho años. Me fui a la Shanghai International Studies University y en los últimos tres años he cursado dos máster en comercio internacional, tres posgrados de gestión cultural y todo lo que he podido sobre estudios asiáticos. En 2004 presenté mi tesina y en estos momentos trabajo en la redacción de mi tesis doctoral sobre ‘El taoísmo y Schopenhauer’, dos de mis especialidades académicas.
- Y todo eso en tres años. Una locura...
- “Sí, cuando comencé a estudiar lengua y cultura china también era una locura, cuando regresé hace tres años a España era una locura enseñar chino y ahora no me falta trabajo. Creo que he acertado porque he encaminado mi formación hacia un nicho de mercado que necesitaba este tipo de conocimientos”.
- Y ¿volverá a China?
- “Sí, todos los años regreso entre cinco y diez semanas. No sólo para mantener el idioma, sino también por razones de amistad y trabajo. Shanghai es un buen lugar para vivir por su clima y por sus habitantes, que tienen una mentalidad muy diferente a la del resto del país. Pero al final me voy a instalar aquí. Dedicarte al estudio de la cultura china requiere mucho sacrificio familiar y personal. No es fácil. Si quieres conocer su mundo debes dedicarle todo tu tiempo”.
- ¿Cómo definiría su trabajo?
- “Mi labor se centra en desmitificar, en eliminar tópicos y quitar las máscaras anacrónicas sobre China que aún hoy se mantienen. Es lo que más me interesa de mi trabajo, la lucha constante para comunicar y aclarar determinadas dudas. El país tiene muchas otras cosas que ofrecer a parte del Tai Chi”.
- ¿No le perjudica el hecho de no ser nativo?
- “No, de hecho, creo que es beneficioso. Un nativo tiene una visión muy subjetiva de China y de su cultura, mientras que un especialista en cultura oriental de cualquier otro país puede apotar una mirada diferente y más abierta”.
- ¿Con qué se queda de China?
- “Con las formas. Cuando consigues llegar a ellos te sorprende mucho. Es algo que aquí hemos perdido. Son muy rigurosos”.
- ¿Qué es lo que más demandan las empresas?
- “Una formación específica. Las grandes empresas ya han apostado desde hace años por la formación de sus empleados. Ahora se trata de llegar también a las pymes. Un hecho está claro: llegará un momento en el que dejará de ser interesante una formación de este tipo, centrada en el mundo de la empresa. Para entonces espero que se abra un período dedicado a los aspectos culturales de esta sociedad, que tiene una forma muy diferente y muy rica de entender el mundo”.
- Pero en los cursos que imparte en la actualidad es imposible profundizar en determinados temas...
- “Son muy pocas horas, entonces prefiero realizar un paseo genérico por la cultura y centrarme en los aspectos gramaticales de la lengua china a centrarlo todo en un ámbito y profundizar en él. De pende de lo que la situación exija, pero uno de mis intereses es que los participantes en mis cursos adquieran unas destrezas para poder escribir y comprender el idioma. Y también intento crear debates para ofrecer nuevas perspectivas, una actividad que me resulta muy agradable”.
- En el cambio del interés social sobre China del que habla deberán jugar un papel importante las universidades. ¿Se ofertan ya estudios especializados?
- “Hay todavía un gran vacío. Ahora con el cambio que se va a producir espero que se guarde un espacio para la formación sobre cultura oriental. De todas formas, en universidades como la de Granada, Barcelona y Madrid ya hay movimiento. En estos momentos España tiene una gran carencia de profesionales de este ramo, somos sólo cuatro personas las que contamos con experiencia amplia sobre Asia y, en la Comunidad Valenciana, soy el único”.
- ¿En estas comarcas aún se sigue viendo a China como una amenaza comercial?
- “En estas comarcas del interior aún hay cierto retraso. El diálogo y la formación profesional es la solución para eliminar estos problemas. Siempre insisto en que China no es una amenaza desde hace años. Trabajar con ella nos va a traer muchos beneficios y es algo que en las grandes ciudades ya se sabe”.
- Es especialista en cultura oriental. ¿Conoce de cerca otros idiomas de la zona?
- “Desde hace un año he comenzado a aprender japonés. Aunque China es mi base, puedo ofrecer asesoramiento sobre otros países”.
FOTOGRAFÍA: Juan Sanz (gracias).
1 comentario:
Maaaadre mía. Tenía pensado quitar el comentario anterior, pero creo que puede ser demasiado interesante para "mis desquiciados favoritos". Ey, cuando saquen un truco para "volverse invisible" en la redacción, me avisas. ¡A escurrir el bulto, señores!
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