24 diciembre 2005

Las navidades invisibles

Un poco marciana, Malabarista Lunar seguirá indagando por el hiperespacio, colgada de un hilo, imitando a los funámbulos experimentados.
Bajo sus pies no existe ninguna red que la proteja de posibles caídas durante el trayecto. No importa. Ella circula por mundos imaginarios, por ciudades calvinescas realizadas según los patrones de su imaginación.
Por ello, antes de que sea demasiado tarde (la caída es casi inevitable a estas alturas), Malabarista Lunar os desea unas FELICES NAVIDADES INVISIBLES.
Seguid indagando por vuestras esferas oníricas. Nos veremos pronto en no sé qué plano físico (o psicológico, si se prefiere).

09 diciembre 2005

Muerte por un colpaso moral

Y nos quedamos con las ganas. Los frikis del periodismo llevábamos unos meses haciendo apuestas sobre si Alfonso Ussía incluiría en su recopilatorio de artículos de opinión el texto ‘Un mierda’, el precioso adjetivo con que resumía la actitud del también periodista Fernando Delgado. Y no pudo ser. El contencioso legal en el que se encuentran ambos escritores por este mismo artículo le ha impedido publicarlo. Y el resto nos hemos quedado con las ganas de conservar este preciado artículo para decir en un futuro: “Hijos, esto es lo que no debéis hacer nunca”. Y poner a Ussía como ejemplo de difamación y de ofensas al honor de sus congéneres.

Pero esto sólo ha sido una pequeña decepción porque el recopilatorio sigue siendo muy completo, sobre todo en lo que se refiere a críticas a José Luis Rodríguez Zapatero, Josep Lluís Carod-Rovira y Pascual Maragall. Lástima que las palabras sólo ataquen al orgullo y la autoestima porque, si tuvieran los efectos físicos de una patada en la espinilla, estarían los tres ya en la U.C.I.

Sin duda, ‘Crónica de un desastre. Zapatazos, maragalladas y otros desatinos’ es uno de los libros de opinión mejor ideados en los tiempos recientes, si tomamos como punto de partida que una columna de opinión debe despertar la curiosidad e impactar al lector desde su primera línea. Alfonso Ussía lo ha conseguido, puede descansar tranquilo. Tras leer seguidos cinco de sus artículos sientes la necesidad de consumir alcohol hasta perder el sentido. El problema es que la arriba firmante es semi-abstemia, por lo que casi muere por el colapso de su sentido común.

Malos tiempos para el ensayo


“Els llibres no supleixen la vida,
però la vida tampoc no supleix els llibres”.

Joan Fuster.


“Nos faltan ensayistas como Joan Fuster”, se lamentaba Josep Antoni Fluixà en su prólogo al libro ‘Ser Joan Fuster. Antologia de textos fusterians’. La cita corresponde al año 1991 y, para desgracia de los lectores críticos de habla valenciana, el ensayo sigue en el mismo lugar donde Fuster lo dejó. Pero, ¿quién es capaz de superar sus artículos de opinión? ¿Quién puede concentrar toda la ironía, la crítica, el sarcasmo más puro en las escasas líneas de cada uno de sus aforismos? Nadie, al menos, entre los posteriores articulistas valencianos.

Joan Fuster dejó un rastro imborrable en el periodismo escrito de nuestra autonomía. Breves artículos que condensaban su mundo personal, su imaginario, su relación con la imparable evolución social marcada por los repetidos errores humanos. “Un polític és un oportunista o no és polític”. “Som sincers en la mesura que ens convé ser-ho, i no més”. “Si l’home adult enyora la seua infancia, és perquè no s’en recorda, o perquè s’en recorda malament”. Estos aforismos son sólo una pequeña muestra de lo que aparece en las páginas de esta publicación.
La antología de textos de Joan Fuster es una buena forma de introducirse en la escritura del genio valenciano. Esta es una de las razones por las que se ha convertido en un libro de lectura obligatoria en los institutos, junto a la reconocida ‘Nosaltres, els valencians’. Sin embargo, para admirar todo lo que se nos presenta en el volumen es imprescindible dedicarle un tiempo, releerlo, saborearlo como un buen té. Lo reconozco: soy de las que por poco muere en su primera lectura adolescente, poco acostumbrada a la profundidad. Tuve la suerte de ofrecerle parte de mi tiempo y esta recopilación de textos ha ido creciendo conmigo desde hace ya unos años. En la estantería de al lado, ‘Greguerías’, de Ramón Gómez de la Serna. Los dos mirándose de reojo, compitiendo por resumir el mundo en una línea.
'Ser Joan Fuster. Antologia de textos fusterians'.
A cura de J.A. Fluixà i A. Martínez.
Edicions Bromera, 1991.

04 diciembre 2005

Perfección obsesiva


Milimétrico. Así resultó el espectáculo de La Fura dels Baus del pasado sábado. Cinco actores y un escenario sencillo y cambiante bastaron para la nueva adaptación del relato ‘La metamorfosis’, del escritor Franz Kafka. El tema de la marginación y el aislamiento del individuo tratado en este libro se trasladó hasta el presente en forma de ‘hikikomori’ japonés (el adolescente que se encierra en su habitación durante años, que no habla con nadie) producto de una sociedad extremadamente represiva y la incomunicación familiar.

La primera representación de ‘Metamorfosis’ de La Fura dels Baus en la Comunidad Valenciana fue multitudinaria. El público abarrotó tanto las gradas como la pista central del Polideportivo Francisco Laporta. Según el Ayuntamiento, esta obra teatral congregó a cerca de 2.300 personas, entre aquellos que habían adquirido sus entradas para el sábado y los que el viernes se quedaron sin poder disfrutarla debido a una suspensión por motivos técnicos. Voces de todo tipo, discrepantes o entusiasmadas por lo que acababan de contemplar. Y, de nuevo, quejas por los intentos de convertir el polideportivo en una nueva sala de teatro en la que, curiosamente, ni se ve ni se oye nada en los palcos laterales (léase gradas).

Con malestar o sin él, ‘Metamorfosis’ se convirtió -en apenas una noche- en uno de los espectáculos culturales más llamativos que ha acogido Alcoy en el último año. Con su juego de cámaras de vídeo que proyectaban sobre unas pantallas móviles imágenes en directo o grabadas, la escenografía minimalista y la combinación de estilos interpretativos, La Fura consiguió mantener la atención del público sobre el escenario durante dos horas.


Sin embargo, más allá de la estética de esta representación (llamativa, aunque sin caer en los excesos de esta compañía catalana), la adaptación del relato de Kafka fue uno de los elementos más destacados. Gregor Samsa (interpretado por Rubén Ametllé) fue humano siempre para demostrar que no es necesario convertirse en cucaracha para aislarse. La madre (Angelina Llongueras) y el padre (Artur Trias), más humanos que en la novela. La hermana Grete (Sara Rosa Lisilla) adolescente y más preocupada por ella misma que en el relato de Kafka. Y, como novedad, la figura del amigo, que se incorpora en esta adaptación como el ‘alter ego’ de Gregor, como todo lo que querría ser y no se alcanza. Una modificación importante de lo escrito por Kafka, pero que se perdona al descubrir que permite encontrar nuevos significados a ‘La metamorfosis’.

Pero lo que constituye un punto a favor para esta representación es la insistencia (imperceptible para los que no han leído la novela ni han tenido acceso al ensayo 'Curso de literatura europea', de Vladimir Nabokov) en el número 3. Tres lámparas, tres platos, tres protagonistas que apartan a Gregor Samsa, tres historias, tres compañeros de trabajo en el vídeo, tres mesas, tres calles, tres ventanas, tres… Una perfección muy difícil de escenificar y de la que su dramaturgo, Javier Daulte, puede empezar a presumir desde el mismo instante en el que se estrenó la adaptación.

En definitiva, (a pesar del frío, a pesar de las incómodas sillas, a pesar del cansancio acumulado y de una entrada excesivamente cara) valió la pena. No hubo fuego, no hubo agua, no hubo motosierras… ¿Y qué más da? Por fin un teatro en el que la imagen, la ambición estética y el teatro clásico se unen para dar un resultado satisfactorio. Que ya era hora...



'METAMORFOSIS'
(Adaptación de la novela de Franz Kafka)
La Fura dels Baus, 2005.
Dirección artística: Àlex Ollé.
Textos: Javier Daulte.
Vídeo: Franc Aleu / Emmanuelle Carlier.
Escenografía: Roland Olbeter.
Actores:
Gregor: Rubén Ametllé.
Madre: Angelina Llongueras.
Padre: Artur Trias.
Grete: Sara Rosa Losilla.
Amigo: Isak Férriz.
Fotos: Xavi Terol.

29 noviembre 2005

Y llegó el videoarte... (I)


Es curioso que tras años de analfabetismo artístico en Alcoy surjan propuestas como la de VAIA '05 que abarroten el diminuto teatro de la Casa de la Cultura. Todo ello sin tener en cuenta la cantidad nada despreciable de jóvenes que se quedaron en la puerta sin poder entrar.
La edición de este año se lo merecía. Durante una tarde entera, los que nos preocupamos en cierta medida de las nuevas tendencias artísticas (sin llegar a ser eruditos en la materia) en este apartado rincón del mundo -léase Alcoy- dominado por los intereses turísticos salvajes -y nada más-, estuvimos disfrutando de este pase de trabajos. A los nada despreciables proyectos de los valencianos y agrupaciones alcoyanas que pariciparon se les unieron los de otros prestigiosos creadores internacionales como Pleix o Floria Sigismondi.
La cantidad de recursos técnicos y monetarios empleados para los trabajos se notó en exceso, pero los que no tenían el dinero suficiente emplearon sus neuronas e imaginación para realizar videoarte original y con contenido.
Este evento tuvo lugar el pasado 12 de noviembre en Alcoy (Alicante) e incluyó un extenso pase de música electrónica experimental por la noche. Para los que deseen consultar el programa de artistas participantes pueden dirigirse a esta página:
FOTO: Juan Sanz.

27 noviembre 2005

Literatura carcelaria


"La novela actual es una novela carcelaria. Narra el fin de la experiencia.Y cuando no hay experiencias el relato avanza hacia la perfección paranoica".
Apenas un par de líneas para guiar la lector, no para resumir su obra. No se puede definir este relato experimental del argentino Ricardo Piglia plagado de giros, guiños y anécdotas entrelazadas con un perfeccionismo compulsivo. Hasta la forma en la que ha plasmado sus ideas es imposible de explicar porque lo contiene todo: la autobiografía, el diario personal, la novela histórica, el relato policial, la reflexión literaria.
Introducirse en 'Prisión perpetua' es ir adentrándose en el panóptico de Foucault, atravesar las rejas que encasillan la literatura actual. Para ello, exige una implicación directa y pausada del lector para que cree en su mente uno de los tantos significados que se pueden extraer en este texto. El azar, la muerte, el aislamiento, la obsesión, el trabajo, la inmolación del escritor son sólo algunos de los temas que se extraen del libro. También sentencias nacidas de la mente del escritor argentino que con sólo repetirlas un par de veces se convierten en realidad. "La luz laboriosa de su cuarto, que permanecía encendida toda la noche, servía de faro a los barcos que cruzaban el río". Este es el ideal de escritor que todo lector compulsivo tiene en su mente. El anhelo de disfrutar de un texto bien escrito, de poder saborearlo, de releerlo hasta destrozar sus endebles páginas. Hacer que el esfuerzo del literato por trasladar sus pensamientossirva para algo más que para destrozarse a sí mismo.

'Prisión perpetua'
Ricardo Piglia. 1975.
Ed. Lengua de Trapo.
Col. Nueva Biblioteca.
155 páginas.

26 noviembre 2005

Jesucristo pecador



'Evangelio según Jesucristo'
José Saramago.
No es otra interpretación más de las ya desgastadas páginas de la Biblia. De hecho, lo que menos importa es su rigor histórico. ¿Es posible concebir un Jesucristo, un ‘Hijo de Dios’, verdaderamente humano? ¿Pueden tener cabida los pecados mundanos en el alma pura que se le supone? José Saramago da una vuelta de 180 grados a la religión cristiana para acercarla a los lectores y dejar atrás, de una vez por todas, el espíritu apocalíptico que siempre ha rodeado a los cultos cristianos. En algo más de quinientas páginas, el mejor novelista portugués contemporáneo, Premio Nobel de Literatura del año 1998, resume, comenta y deja un amplio espacio para que el símbolo de la iglesia Cristiana exponga sus temores y debilidades algo más de dos milenios después de su nacimiento. “Nunca es tarde cuando la dicha es buena”, dicen. Y esta es la mejor oportunidad para que hable, aunque deba ser a través de la imaginación de un escritor. ‘Evangelio según Jesucristo’ deja claro un hecho: si Saramago hubiese publicado esta novela en la Edad Media, la hoguera habría sido su final.

01 noviembre 2005

Robots humanizados


Como una premonición cumplida, como una patada en toda la frente se nos presenta el universo de ‘Un mundo feliz’ de Aldous Huxley en la primera lectura. Un golpe que, sin embargo, deja un sabor dulce en el paladar y un atisbo de miedo en nuestra mente. ¿Cómo es posible que un escritor de principios del siglo XX, cuando la ciencia todavía comenzaba a desarrollarse tras años de estancamiento, pudo escribir esa novela tan real y terriblemente cierta en nuestra época?

Empezando por una clonación selectiva de los humanos, creando razas superiores e inferiores, ese temor que ahora planea sobre el ámbito de la investigación y del que ya han surgido rumores de diversas sectas de este planeta, Huxley ya nos introduce en un paisaje sombrío. Todo controlado y manipulado, resultado de un desarrollo sin límites de las investigaciones genéticas y técnicas. Humanos (máquinas) bajo el poder del soma, una droga infalible para someter y anular a las personas.

En esta novela de ciencia-ficción, el primer modelo de Ford T cambió la religión y adaptó las costumbres sociales para automatizar y controlar las mentes de millones de personas con actos que ahora nos parecen sacrilegios (como no saber quién fue Shakespeare), formateando y homogeneizando la cultura (en ello estamos). En definitiva, un paso más en los sistemas orgánicos de las teorías sociológicas y comunicativas que vienen apuntando nuestros pensadores contemporáneos: que la sociedad funcione como un todo orgánico. Sí, pero al servicio de un progreso que en este relato no equivale a un mayor bienestar.


Sin embargo, tampoco Huxley escapa de los parámetros novelísticos con ese personaje aislado que intenta adaptarse a su entorno pero que no puede. El “salvaje”, dicen, sólo porque no tiene las mismas costumbres que ellos. ¿No recuerda eso a otro fenómeno social tan presente en la actualidad: la inmigración? Este libro da extensas razones para luchar por una integración que sí es posible. Culturas diferentes es equivalente a diversidad. Huxley realiza un llamamiento al respeto y conocimiento de otras formas de vivir antes de opinar prematuramente. Ser salvaje es lo mismo que ser humano. La civilización nos lleva a la destrucción humana, a la suplantación de las personalidades, a la espiral del silencio que empuja a ocultar nuestra propia opinión para no “rebajarnos” ante nuestro interlocutor. ¿Esto es lo que realmente queremos? Cierto que no, pero sin lucha (ya decían los agoreros) acabaremos como los desgraciados personajes de ‘Un mundo feliz’.

UN MUNDO FELIZ
Aldous Huxley.

1969.
300 páginas.

31 octubre 2005

Extraplanetaria

No pretendo presentarme.
Dudo mucho que a alguien le interese a estas alturas.
Pero hoy es un día de fotorafías y cámaras de televisión.
Sin pretenderlo he sido sondeada por el planeta audiovisual que pulula a mi alrededor como un satélite enemigo.
Algún día me acostumbraré a ello.
Mientras tanto, seguiré viviendo en mi propio mundo...

30 octubre 2005

La destrucción humana


“Una conciencia excesivamente refinada, una predisposición al sentimiento de culpa frente a sus propios deseos, llevaron a un hombre bueno a actuar de una forma curiosamente solapada, una forma que comprometía su propia bondad. Esta es la esencia de la catástrofe”. Así define Paul Auster esta novela centrada en las debilidades humanas, en concreto las estadounidenses, y en las catástrofes sociales cada vez más inevitables.

De nuevo, un libro basado en el proceso de creación de una novela por parte de dos escritores semejantes a los genios esquizoides que han pasado a la historia de la literatura. Uno narra la vida del otro. Y no es para menos, pues al pobre de Benjamin Sachs (el protagonista) si no sufre mil y una calamidades, las busca. Una vida normal de un tipo excéntrico muerto mientras manipulaba una bomba casera destinada a destrozar una réplica de la Estatua de la Libertad en un parque inococente y destartalado.


Poco cabe decir del reconocido autor de Leviatán, uno de los mejores que la patria estadounidense ha lanzado al mercado en las últimas décadas. Con su lenguaje claro, de un marcado tono periodístico, teje una nueva red de metáforas que pretenden reflexionar sobre la –aparentemente- irracional sociedad americana. Las complejas relaciones personales (el sexo) y la independencia social (la Estatua de la Libertad) son los pilares fundamentales de esta novela. Pero no nos engañemos, los americanos no son tan diferentes a nosotros: “No se trata de que esté bien o mal. Así es como funciona el mundo. Todos los hombres son prisioneros de su polla y no hay nada que podamos hacer para evitarlo".
LEVIATÁN.
Paul Auster.
Anagrama.
259 páginas.

A vueltas con los Happenings

"Some of us were already
feeling the necessity to explore the art that lay between the
arts".

Dick Higgins,
prefacio a 'Four Suits'.



Happening’. Una nueva palabra que, desde hace un tiempo, todas aquellas personas que nos interesamos por la Cultura hemos tenido que integrar en nuestro vocabulario con independencia del lugar en el que vivamos. Una nueva forma de ver el teatro, combinado con la música, el arte (audiovisual, a poder ser) y la participación activa del público. Por fin ha llegado la globalización a la cultura, aunque con reparos.

Aunque esta forma de ver y comprender el arte parece que haya cobrado más fuerza en los últimos años (con la proliferación de bienales y nuevas salas de arte) no es, ni mucho menos, una invención de la nueva era –como siempre–. Y, si alguien opina lo contrario, que le eche una ojeada al libro Vuelta al día en ochenta mundos, de Julio Cortázar, en concreto el capítulo titulado ‘What happens, Minerva?’. Sobra decir que es recomendable su lectura, pues aporta una visión diferente y crítica a estos encuentros artísticos que empezaban a nacer en París en torno a la mitad del siglo pasado y que hoy ya se pueden encontrar en muchas localidades de la geografía española.

Destaca en estos eventos, además de un pulso a favor de la integración del público en las obras teatrales y en los conciertos, un interés por las “obras anónimas”, aquellas en las que cualquiera puede convertirse en un actor casi invisible de su propia creación artística. Así, cruzar la calle, leer en el metro, subir al autobús o ir a trabajar, si uno quiere y se conciencia de ello, puede ser un actor (en caso de no animarse a bailar o a cantar…). Una idea interesante y que va a ser fundamental para el progreso de este arte que permanece estancado a falta de una savia nueva a la que, paradójicamente, no permiten circular.

Voy a poner un ejemplo que ilustre la esencia de estos happenings: el alemán Paik compuso, en la década de los ’60, su obra Ómnibus Music No.1 con la intención de atacar desde dentro la monótona división ejecutantes-oyentes (escenario-platea) mediante el sistema opuesto. Es decir, en esta composición los sonidos ocurren en diferentes partes de un edificio y el público es el que ir de un lado a otro para escucharlos. Esta idea, lejos de quedar obsoleta, se volvió a repetir –hace apenas unos meses– en Alcoy. Fue criticada por mucha gente. Yo también lo hice en su momento por tener una ejecución horrenda y mal programada. De lo contrario, habría sido un éxito. Pero se presentó la paradoja que cabía esperar: el público permaneció estático, espantado ante una percepción del arte que hasta ahora nunca había barajado. Este interés por abolir la diferencia entre los actores y los espectadores no funcionó. Y seguirá sin hacerlo mientras la población no reciba una educación artística que vaya más allá del (mal) uso del compás en la escuela.

Hoy, ya es imposible afirmar lo mismo que Cortázar en su texto (“Se vive un decenio de sublevación individual cuyas formas más grotescas suelen ser los happenings de toda naturaleza”). Primero, porque no hay tal sublevación y parecemos borregos cada vez que acudimos al teatro o a un concierto. Segundo, porque muy pocos se atreven a hacerlo a causa de la escasez de ayudas institucionales. Sin embargo, una apuesta definitiva por la calidad y el empeño de los artistas –aliados con el público, eso sí– podrán implantar esta nueva forma de ver la Cultura como un ente único en el que se integre todo lo que el cerebro humano es capaz de crear con fines estéticos. Sólo habrá que darles una oportunidad.


“Not to PERFORM/SHOW/SAY/ACT/ETC, anything IN FRONT OF an audience un that nicely handsome middle distance that was and is usual in the field of the art (no so wide that people would have to think, and not so narrow that people be attacked: would have to or could react and in this way would get something), which is the reason for the fact that ART never is more than a pleasant ALIBI FOR THE PEOPLE (and alibi that expect to relieve from really thinking at all about THEIR OWN LIFE/CHANGING, VITALIZING it)”.
Thomas Schmidt,
Sensatiorum Maximinimum, en ‘Four Suits’. Something Else Press, New York, 1965, p.135,

Bienvenidos a otro planeta...



"Una realidad distorsionada es ahora una
necesidad para ser libre".

Elliot Smith, cantautor.

Comienza una nueva etapa. 'Surrealism' pasó a la historia para poder seguir viviendo. Suele ocurrir con demasiada frecuencia en la esfera digital...
Ahora, el arte y la literatura pretenden mezclarse en uno sólo. No, no es un proyecto ambicioso, es sólo un reto personal de búsqueda e información. No existe aquí la imparcialidad y tampoco es necesaria: este pequeño blog es (sólo) un puzzle más cercano a un rompecabezas que a un juego de niños.
Los objetivos son muchos. Las ideas, también. Sólo queda poner en funcionamiento esta nave, estacionada desde hace mucho en una neurona perdida.
Amarráos muy bien a vuestros asientos para comenzar esta carrera suicida. Señoras, señores, animales... Comienza la aventura.
FOTOGRAFÍA: Juan Sanz.