30 enero 2007

Malabarista atmosférica

Uno de mis numerosos recuerdos londinenses...

Me invaden las palabras, no puedo evitarlo

Love Letters

Mis lecturas compulsivas (I)

Y el libro de esta semana es...
'Todas las almas', de Javier Marías.
Hasta el momento, me ha gustado más que 'Tu rostro mañana', pero sigo encontrándole pegas...


Malabarista según Auster (II)

"La función del equilibrista es crear una sensación de libertad infinita. Malabarista, bailarín, acróbata, interpreta en el cielo los actos que otros hombres se contentarían con realizar en el suelo. La intención es al mismo tiempo forzada y perfectamete natural y, en el fondo, su encanto reside en su absoluta inutilidad".
En la cuerda floja
Experimentos con la verdad
Paul Auster

Malabarista según Auster (I)

"Al día sigueinte, encontré la respuesta en la primera página del International Herald Tribune. Un hombre joven había colocado una cuerda entre las torres de la catedral de Notre-Dame y había caminado, hecho malabares y bailado sobre ella durante tres horas, asombrando a la multitud que lo observaba desde abajo. Nadie sabía cómo había logrado amarrar la cuerda ni cómo había conseguido eludir la atención de las autoridades. Al regresar al suelo, había sido arrestado, acusado de alterar la paz y de varias ofensas más. Gracias a aquel artículo me enteré de su nombre: Philippe Petit. No tenía la menor duda de que él y el malabarista que yo había visto eran la misma persona."
En la cuerda Floja
Experimentos con la verdad
Paul Auster

24 enero 2007

La profesión está de luto

Con 74 años termina su vida el mejor periodista polaco del siglo XX: Ryszard Kapuściński. Cuatro veces condenado a ser fusilado, ha vivido y sufrido todas esas virtudes que se le adjudican al periodismo (y que ya tienden a remitir): la lucha por narrar la verdad, por ser libre, por mantenerse honrado, por ejercer la sinceridad, por ayudar a los que no tienen voz ni imagen.
Heredero del Humanismo y del amor al lenguaje como arma de comunicación, Ryszard Kapuściński ha representado al modelo del buen constructor de convivencia. Imagen del periodista contemporáneo, queda como gran cronista de guerra y de la realidad cotidiana. Aprendió de su carrera de Historia, pero desde muy joven ejerció el periodismo. Destacaron sus ideas y su empeño por dar testimonio de una realidad que se acelera y que se desvanece cada vez más deprisa....
Hoy, quizá, habría escogido otra profesión centrada en las tecnologías sociales de la información y de la comunicación, pero lo importante no es el medio sino el espíritu. Ese pensamiento y buen hacer que ha guiado a tantos aprendices de periodistas.
La profesión está hoy de luto.

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"Nuestra profesión siempre se basó en la búsqueda de la verdad. Muchas veces la información funcionó como un arma en la lucha política, por la influencia y por el poder. Pero hoy, tras el ingreso del gran capital a los medios masivos, ese valor fue remplazado por la búsqueda de lo interesante o lo que se puede vender. Por verdadera que sea una información, carecerá de valor si no está en condiciones de interesar a un público que, por otro lado, es crecientemente caprichoso» [...] «Hoy el soldado de nuestro oficio no investiga en busca de la verdad, sino con el fin de hallar acontecimientos sensacionales que puedan aparecer entre los títulos principales de su medio".
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"Creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino. Es una cualidad que en psicología se denomina ‘empatía’. Mediante la empatía, se puede comprender el carácter propio del interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás".

22 enero 2007

The unseen video


Maravillas de la técnica... Bendito internet... Y alabados sean los diseñadores gráficos:
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La última novedad: vídeos personalizados que dependen de la hora local y del tiempo que haga en el lugar donde el internauta visualiza las imágenes. Todo ello combinado con la música de Milosh ('You make me feel').
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Probadlo. No es un milagro. Mi estación meteorológica más cercana es la de Mislata (Valencia)
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Estos extraños londinenses...

Esta soy yo intentando no pasar demasiado frío junto al Támesis.
Una foto para recordar y poner los dientes largos a unas cuantas personas. Pero, sin duda, lo mejor de todo Londres fue la visita a la zona de Camden, la tienda 'friki-retro' Vinmag y la evacuación del British Museum a causa de los vientos huracanados (muy inteligentes ellos... ¿Hace mucho viento? Pues todos a la calle...).

21 enero 2007

13 enero 2007

Un virus llamado Piglia

A modo de virus, unas palabras que sueltas no son más que garabatos, logran un poder sobrenatural cuando se conjugan para dar forma a un relato, a un estudio de la realidad distorsionada tras los gruesos cristales de unas gafas de miope. La literatura nos invade y los lectores nos dejamos llevar, atraídos por lo nuevo y por lo intenso. Parece increíble como apenas unas cuartillas escritas pueden llegar a mantener la atención de una persona, a despertar sus instintos y emociones, ahora que las nuevas tecnologías nos han abierto las puertas hacia otros mundos más modernos y más placenteros incluso que el de la literatura propiamente dicha. Pero, por suerte, siempre existirán escritores que como Ricardo Piglia sacuden las neuronas, impactan en su objetivo y siembran un tipo de arma bacteriológica dirigida a engancharnos a las páginas de un libro.

Es una maravilla, también, que algún intrépido editor haya querido resucitar unos cuentos inéditos que estaban ya olvidados, pero que sentaron las bases de un autor que no podría existir si antes Borges no hubiese aprendido a manejar una pluma, si Roberto Arlt no hubiera escrito de forma ininteligible y si Joyce no hubiese sido un paranoico. Todos ellos (y muchos otros) se unen en las palabras de un Ricardo Piglia joven, que todavía no alcanza la actitud chulesca que tanto fascina del “y yo más” a la hora de reformular las bases de los indiscutibles de la literatura latinoamericana y europea. Por muy apretada que esté la tuerca, siempre se le podrá dar otro giro. Y son estas vueltas las que convierten a ‘La invasión’ casi en un artículo de lujo, dirigido al público fiel de este singular escritor, pero también a todos aquellos a los que les interesa descubrir nuevas formas literarias.
La escritura no es plana, como el papel. Es tridimensional. Ya lo demostró en su ‘Prisión perpetua’: la letra impresa tiene detrás vida, la biografía de su autor, sus pasiones, sus manías y sus escrúpulos. Y es esto lo que la hace más divertida. No hay nada más auténtico que indagar en las palabras y en la vida de un autor, descubrir el porqué de sus palabras y de sus ideas, como si de un investigador sensacionalista se tratase.
'La invasión'
Ricardo Piglia
Ed. Anagrama
Col. Narrativas Hispánicas
2006

01 enero 2007

¡¡FELIZ 2007!!
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Trabajemos para que el transcurso de este año que ahora empieza sea más tranquilo y pacífico que el pasado. Que no se repitan más errores...
(Y que la diplomacia sea diplomacia, no una unión de ignorantes violentos).
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---Haciendo malabares con mi vida---
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